Acapulco se levanta



Ya casi son dos semanas del paso del huracán Otis en Guerrero, una tragedia natural que registró los niveles de intensidad más altos históricamente en esa zona del pacífico del país. Por esta misma razón, diversos académicos e institutos han señalado la dificultad de prevenir un desastre de tal magnitud que hasta el momento ha tenido pérdidas de vidas humanas, de vidas animales, desaparición de personas y, por último pero no menos importante, de cosas materiales.

La llegada del huracán Otis sin duda trajo desgracia a miles de habitantes de Guerrero, principalmente de los municipios de Acapulco, sin embargo, el gobierno de la transformación preocupado por el bienestar de la población tomó acción para en primer lugar conocer el estatus de Acapulco y los municipios aledaños y así poder plantear un plan de reconstrucción para levantarlo.


El Presidente fue el primero en salir a carretera para dirigirse para presenciar las consecuencias del acontecimiento, desde ese momento, la oposición más preocupada por atacar y desvirtuar cualquier acción del gobierno que buscar apoyar a la población afectada buscaron desvirtuar el medio que el presidente había seleccionado para llegar a Guerrero, en coche.


Ya han pasado 5 años desde que la cuarta transformación comenzó a gobernar este país y la oposición sigue sin distinguir que se acabaron los privilegios para los altos mandos del gobierno, ellos exigían que la investidura presidencia tenía que haber llegado en helicóptero, pero el presidente como lo ha hecho desde siempre se fue de manera terrestre, la opción por la que opta la mayoría de población que llega a este destino.


Tras conocer el estatus y haber declarado 47 municipios en declaratoria de desastre natural, el gobierno puso en marcha un Plan de Reconstrucción que consta de 20 puntos, principalmente para adelantar apoyos, congelar el pago de deudas a instituciones de gobierno y bancos, y créditos para pequeñas y medianas empresas, de la mano se mencionó sobre la inyección de 61 mil 300 millones de pesos parte de la inversión que contaba el gobierno para la reconstrucción en casos de desastres naturales, desde entonces han surgido más apoyos entre los que destacan: la entrega de más de 250 mil despensas, 250 mil paquetes con electrodomésticos, 30 toneladas de combustible, más de un millón de litros de agua y el desplegado de ayuda humanitaria con más de mil servidores de la nación y otros cientos de servidores públicos que se han desplazado para apoyar en el levantamiento de cascajo.


Sin duda, lo ocurrido en Acapulco es una tragedia pero con el apoyo de todos y todas las mexicanas, el ejemplo del gobierno y la concientización que requerimos sobre las consecuencias del calentamiento global no solo levantarán Acapulco, sino que, vamos a prevenir posibles futuros desastres.


Sofía Vélez