Cuentas Claras-Transformaciones Largas


César Balcázar Montes de Oca
Economista IPN
Opinión


Como hijo de padres Obradoristas y ex alumno de una escuela superior que históricamente se posicionó en el espectro político de izquierda, pocas veces me impresionan los candidatos de los diferentes partidos políticos, inclusive podría decir que solo he sentido pasión e identificación política partidista a nivel nacional con Andrés Manuel López Obrador y posiblemente por lo que he podido leer y ver de quien fue Cuauhtémoc Cárdenas.


De ahí en fuera, pocos son los candidatos de lo que se denomina “izquierda” que realmente logren levantar en mi una opinión favorable y de seguimiento leal, mas no ciego. No obstante, en los últimos meses he visto un fenómeno importante que crece en la Ciudad de México, bastión político-electoral de los partidos progresistas, y es el fenómeno de “Clara Brugada”.


De joven activista social y estudiantil, egresó de la Universidad Autónoma Metropolitana y se graduó como economista, fue miembro de la Unión de Colonos de San Miguel Teotongo, movimiento social que reivindica el derecho a la vivienda digna en el oriente de la Ciudad de México, así como dirigente importante en la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata, UPREZ la cual reivindica la unión de las clases populares para lograr las demandas sociales justas.


Asimismo, Clara Brugada ha gobernado en 3 ocasiones la alcaldía Iztapalapa que representa en términos concretos el 25% de la población total de la CDMX, lo cual habla muy bien de ella y su labor en la demarcación territorial ya que normalmente los gobernantes a un primer ejercicio de gobierno terminan con porcentajes de aprobación por debajo del 49%, en caso de no creerlo solo basta ver como muchos alcaldes empezaron con aprobaciones del 60% y hoy día su popularidad ha decaído en demasía.


Evidentemente, para Clara no ha sido fácil la construcción de un gobierno exitoso; la renuncia a la contratación de empresas privadas para la construcción de lo público ha sido uno de sus principales herramentales para lograr el fenómeno de las UTOPIAS que hoy le han dado una nueva imagen urbana a Iztapalapa: la fórmula es fácil de entender, pero difícil de aplicar, se trata de austeridad republicana y gasto eficiente desde los gobiernos locales.


Si algo han fallado muchos analistas convencionales en los últimos 40 años, es en la creencia de que la política económica es la única transformadora de las realidades, ya que estudios importantes han demostrado la necesidad de generar polos de desarrollo local que empoderen a los núcleos urbanos más pequeños, lo cual genera una economía local que poco a poco va regenerando la vida de mas personas.


Y si, así es como Clara Brugada, desde el desarrollo local ha beneficiado a muchas familias de su alcaldía a través no solo de las UTOPIAS, sino de las Redes de Economía Solidaria, MERCOMUNA, apoyos económicos financieros, CREARTE (impulsa proyectos de arte), Acción Social Iztapalapa la más deportiva, entre otros muchos programas sociales más, así como bastantes logros como la reducción de la inseguridad en su demarcación en un 67%, caminos de mujeres libres y seguras, cooperación eficiente en la primer línea del Cable Bus, así como del trolebús elevado.


Hoy Clara Brugada es la cuenta más clara de que los gobiernos de izquierda con visión de poder popular y desarrollo local brindan resultados en beneficio del bienestar social, por lo cual sería un error grave de MORENA desairar su proyecto mas exitoso y seguir únicamente empujando el proyecto de la transformación a un concurso de popularidad medido a través de encuestas; la sociedad merece más procesos políticos de abajo y menos mercadotecnia, ello en caso de que lo realmente preocupante sea el alargamiento de la transformación de la vida pública.


Por el bien de todxs, la ruta es Clara en la Ciudad de México.