La influencia de las redes sociales frente a la pandemia por COVID-19



Las redes sociales juegan un papel muy importante en la cultura de nuestra sociedad actual, desde que comenzamos el siglo XXI entramos a una nueva era digital, donde la mayoría de la población comenzaba a cambiar sus formas de comunicación. Pasamos de los telegramas a los teléfonos fijos en un abrir y cerrar de ojos, así mismo, cambiamos los teléfonos fijos por móviles, quizá los primeros un poco grandes y limitados, pero su evolución fue casi inmediata. Así pues, pasamos a tener teléfonos de bolsillo, más ligeros y con algunas novedades que nos permitían hacer más que solo llamadas telefónicas.


En el año 2004, Steve Jobs y su grupo de ingenieros pertenecientes a Apple, desarrollaron el segundo teléfono inteligente, pero el primero con pantalla táctil y con otras funciones como cámara y acceso a internet. Tras su lanzamiento en 2007, la era de las nuevas TIC (tecnologías de la información y comunicaciones) daría un cambio significativo.

Las TIC, conjuntamente con el Internet, han hecho la vida del ser humano más cómoda, nos ayudan a comunicarnos de una manera casi inmediata, tenemos toda la información que queramos al alcance, podemos interactuar con personas de cualquier parte del mundo, incluso trasladarnos a otros espacios (con ayuda de la realidad aumentada).


El IOT (internet of things) o Internet de las cosas, también ha contribuido con la generación de nuevas aplicaciones y dispositivos inteligentes, que ayuden con el día a día de las personas, ejemplos como Siri o Alexa, como asistentes personales, son la mejor definición de lo que el IoT y las TIC pueden hacer por nosotros.

Continuando con el tema principal que son las redes sociales, han sido desde principios de siglo, una ventana al mundo que nos rodea. La historia de las redes sociales se puede resumir en las siguientes:


Sixdegrees, fue la primera red social, creada en 1997 y lanzada en 2001; podríamos continuar con LinkedIn creada en 2003 para uso profesional y que aún sigue vigente, albergando a más de 200 millones de usuarios; en este mismo año brotó MySpace y Hi5, dos de las más conocidas y con más usuarios en sus primeros años; en el año 2004 surgió Facebook, y llegó para quedarse. Actualmente cuenta con más de 1.150 millones de usuarios activos al mes. De éstos, 819 millones de usuarios acceden a la plataforma a través de su móvil. 699 millones de los usuarios activos inician sesión todos los días. Al año siguiente, en 2005 se funda YouTube, como plataforma de videos. Twitter, nace en el 2006 y cuatro años más tarde, aparece Instagram en AppStore, cautivando a más de 27 millones de usuarios en sus primeros dos años y registrando a más de 1000 millones de usuarios activos en la actualidad.



México cuenta con más de 100,577,800 habitantes (INEGI, 2015) y la edad media de la población, se encuentra en los 27 años de edad. Actualmente, el 75.1% de personas mayores a los seis años usan un teléfono celular (INEGI, 2019) y cuentan con aplicaciones y redes sociales.


¿Para qué usamos las redes sociales? La mayoría de los usuarios de las redes coinciden con ocio o distracción, como el uso principal de redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter o actualmente la ya famosa aplicación Tik Tok.

Pero más allá del ocio, veamos a estas aplicaciones como herramientas comunicativas y de tráfico de información que, sin darnos cuenta, está llegando a las familias y está influyendo de alguna manera en sus vidas. Todos los días existe este tráfico de información, principalmente en Facebook, pero nunca ponemos en duda su veracidad y autenticidad, simplemente vemos títulos (la mayoría amarillistas) y compartimos, sin detenernos a leer y cuestionarnos de dónde proviene la información. Con ello ha aumentado la cantidad de flujo de fake news (noticias falsas), y el acceso inmediato a fotos o videos “virales” de las redes sociales.

Frente a la pandemia por SARS-CoV-2 (covid-19), ha aumentado de manera significativa el uso de redes sociales, ya que si antes, la persona promedio pasaba de 2 a 3 horas al día, ahora pasa de 5 a 6 horas diarias interactuando en redes, y el principal uso de estas ha cambiado de distracción a herramienta de información y comunicación entre amigos y familiares. No dejando de lado el tráfico de información, reflexionemos nuevamente qué es lo que estamos compartiendo y qué es lo que leemos en redes, cuestionemos la procedencia y veracidad de los argumentos de personas que quieren sembrar incertidumbre y de la información que nos está llegando a cerca de esta pandemia y de lo que con lleva, busquemos información en los canales apropiados y no creamos en todo lo que nos presentan las redes sociales.




Luis Enrique Zavaleta Jiménez

Alumno de Diseño de la Comunicación Gráfica

Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco