La importancia de la LIBERTAD Y OPINIÓN en Ciudadano Benito Juárez


Los medios de comunicación libres e independientes permiten al público tomar decisiones con conocimiento de causa, exigir responsabilidades a los dirigentes y escuchar una diversidad de opiniones, todo ello libre de la influencia del gobierno.

Los periodistas de Estados Unidos pueden informar sobre cuestiones de salud pública, cuestionar a los funcionarios elegidos, a veces vehementemente, y plantear cuestiones controvertidas sin temor a represalias.


La opinión de nuestros columnistas:

César Balcázar


La libertad de opinión y sus límites


En algunas ocasiones, los comentaristas de la vida pública suelen confundir la libertad de opinión y de prensa con el libertinaje; escudan opiniones que pueden causar daño moral o un prejuicio político y social con base en la libertad de opinión, y bajo dicha premisa se disparan los discursos de odio sobre las minorías raciales, de género etc.


Por ello, se hace fundamental que se generen espacios comprometidos con la veracidad de lo expuesto, espacios en donde los límites de la libertad de opinión sean las fuentes de información, los hechos concretos y no el odio infundado hacía ciertos grupos políticos y sociales. Y es de aquí, donde radica la importancia de los espacios abiertos y democráticos que impulsen las opiniones y noticias serias, como el portal de Ciudadano Benito Juárez.


Ante la concentración del poder mediático, Ciudadano Benito Juárez tiene una labor importante por realizar: abrirse camino como un espacio de difusión democrático, incluyente y en pro de las minorías históricamente marginadas por el poder político y económico.


Sofia Vélez

El pasado 7 de junio conmemoramos el día de la libertad de expresión, un derecho humano básico que se construye a través de la prensa libre e independiente y la ciudadanía informada y crítica que contribuye al fortalecimiento de la democracia.


La primera vez que se planteó la libertad de expresión fue en la Revolución francesa. Antes de este importante acontecimiento predominaba la “Ley del más fuerte”, esto es, que quien tuviera mayor fuerza física, económica o jerárquica podía silenciar cualquier comentario o acción con la que no estuviera de acuerdo. La fuerte crítica hacia este poder con el que contaban los monarcas y la aristocracia, y bajo una fuerte idea de la igualdad se planteó la búsqueda de la libertad de expresión.


Posteriormente, derivado de ola fascista se redactó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en donde se planteó en su artículo 19° la libertad de expresión como un derecho básico que debían de garantizar todos los países firmantes.



Hoy en día, haciendo un análisis crítico sobre el momento en el que se encuentra este derecho podemos decir que en México se han logrado importantes avances para buscar garantizar esta libertad entre la ciudadanía, pero, sin embargo, ejercer este derecho tiene un costo alto, incluso para algunos aún sigue siendo la vida.


Las distintas violencias en las que se encuentra nuestro país, por malas decisiones del pasado, generó un clima hostil para los y las periodistas. Los esfuerzos del gobierno de la Cuarta Transformación para disminuir la violencia han sido arduos, pero aún no se puede garantizar un clima en el que se pueda ejercer completamente esta libertad sin miedo.


Donde sí se ha generado un avance importante es desde el gobierno y sus gobernantes hacia la ciudadanía que decide expresarse libremente de su labor. No podemos dejar de realizar un ejercicio de memoria histórica en donde los anteriores gobernantes realizaron actos ilícitos contra quienes no estaban de acuerdo con sus gestiones. Algunos de manera más cínica que otros pero que al final del día resultaba en lo mismo, en una violación en contra un derecho fundamental. En este sentido, es valioso reconocer que las voces que se oponen al actual gobierno han podido generar su crítica sin que existan intimidaciones o amenazas en contra de su integridad física.


Es fundamental que, si queremos alcanzar una transformación radical de nuestro país, todas las personas tengamos la libertad de expresarnos sin temor a que nuestra voz o acciones puedan ser silenciadas.


Bryan Monterde

Los medios de comunicación han jugado un rol fundamental a lo largo de nuestra historia, han registrado sucesos de enorme transcendencia como el inicio y desarrollo de la Revolución Mexicana, la expropiación petrolera, la nacionalización de la industria eléctrica, los juegos olímpicos de México 68 y los mundiales de fútbol México 70 y 86, entre otros. Esto no sería posible si el derecho humano a la libertad de expresión no se encontrara tutelado por el artículo 6 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Cabe señalar que este derecho no está limitado a medios tradicionales como la radio, televisión y periódicos, incluye los medios digitales.


Ahora bien, en las últimas décadas algunos medios de comunicación han perdido la brújula de su objetivo principal que es el mantener informado al pueblo de México de manera objetiva e imparcial, y se han convertido en armas de manipulación mediática usadas por los grandes capitales, tanto nacionales como extranjeros para difundir verdades a medias, infundir miedo, calumniar y denostar a todo y a todos aquellos que vayan en contra de sus intereses; esto no genera ninguna sorpresa, pues ellos mismos son los dueños de los medios y contratan a periodistas de “honorable reputación” para que reproduzcan lo que les conviene.


Algo que ha logrado contrarrestar esto es la aparición de los medios digitales y sus plataformas, en donde el cerco informativo es menor y cualquier persona que cuente con un teléfono celular e internet puede grabar audios y videos de lo que consideren relevante. Diría el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador: “Benditas redes sociales”.

Por ello, es importante que surjan medios de comunicación independientes que no tengan ningún otro interés más que dar a conocer la verdad tal y como es, por muy dura o cruda que sea. Que se conduzcan con objetividad e imparcialidad y que de ahí las personas puedan generar su propio criterio de los sucesos, sin ser objeto de manipulación en favor de intereses creados.


Aunque falta mucho para romper todas las barreras informativas, el pueblo de México está cada vez más consiente de la realidad en la que vive y busca alternativas de medios de comunicación a los tradicionales para mantenerse informado; no está dispuesto a seguir siendo manipulado.