La 4T contra la desigualdad económica


Hace casi 2 años, 30 millones de mexicanos decidimos en las urnas poner un alto a 36 años del régimen neoliberal en el poder, que se encontraba en su estado más grave de putrefacción. Sin embargo, acabar con toda la descomposición que dejaron es una tarea que va a llevar años y en especial tenemos que poner énfasis en combatir la desigualdad económica.

Sin temor a equivocarme, puedo asegurar que los neoliberales convirtieron a México de manera penosa en el país con más desigualdad económica de todo el mundo.


Mientras en la lista de Forbes figuran varios mexicanos cómo los más ricos de mundo, aquí mismo contamos con 50 millones de personas que viven en situación de pobreza extrema. Lo más indignante es que esta riqueza no ha sido construida con trabajo, sino a base de corrupción y al amparo del poder público, adquiriendo a precio de regalo empresas públicas y evadiendo impuestos.

Para ejemplificar la desigualdad social que se vive en el país se me vienen a la mente algunos casos:


Como estos ejemplos, podemos encontrar infinidad a lo largo de todo el país. Por fortuna hoy el Gobierno de México, ha entendido la necesidad de reducir las diferencias sociales y se ha puesto a trabajar en una repartición de la riqueza más justa, volteando a ver y privilegiando a la gente más humilde del país. Todo esto a través de la amplia implementación de una política social, en la que se han echado andar los siguientes programas:


Lo importante de esto, es que se dan de manera directa, sin intermediarios y sin importar inclinaciones políticas. Hoy son miles de Servidores de la Nación recorriendo todo el país, para llevar al alcance de los ciudadanos todos estos programas.

De igual manera, con la creación obras como la Refinería de Dos Bocas, el Aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Maya, se está buscando generar progreso económico y miles de empleos. Es de suma importancia resaltar está última, ya que va a beneficiar al sureste del país que históricamente ha sido una zona olvidada por el gobierno y donde se ubican los estados con más pobreza.

Lights

Por si fuera poco, hoy los grandes empresarios que formaban parte de la oligarquía están siendo obligados por el gobierno a pagar los millones de impuestos que les fueron condonados durante años. Dicha medida es importante, puesto que se está generando una apertura comercial y así poco a poco se pretende ir combatiendo los monopolios o por lo menos lograr que exista una competencia más leal. Todo esto tiene a la derecha enfurecida, en especial el ver que el gobierno está privilegiando a los pobres y quienes están acostumbrados a vivir en la opulencia, hoy se sienten en desventaja. Claro ejemplo son las marchas del domingo pasado en la que fue curioso ver a una ínfima cantidad de personas pertenecientes a los sectores económicos más exclusivos del país, protestar en sus autos último modelo contra el presidente de la República. Es necesario aclarar que no es malo tener dinero, siempre y cuando este ha sido fruto un trabajo honesto y comprendes que un gobierno debe ver por todos los ciudadanos y en especial por la gente más necesitada, pero cuando tu manera de analizar la realidad económica de tu país la haces desde tus privilegios de clase, estamos hablando de un acto egoísta y poco humano.

Para seguir abonando al tema, retomo la crítica que en días pasados el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, realizó al Producto Interno Bruto como indicador de crecimiento económico. Es importante señalarlo, pues es evidente que los datos que arroja el PIB, reflejan la economía de los países de manera muy superficial y muchas veces es distante a la realidad que atraviesan los ciudadanos, esto precisamente derivado de la desigualdad social. Debemos buscar nuevos mecanismos de medición y no hablo precisamente de la riqueza cómo se ha venido planteando en algunos espacios, pero si de un método en el que se pueda ver cual es la realidad económica y el bienestar de los ciudadanos. Independientemente de esto, da gusto que ya se esté poniendo el tema sobre la mesa y se estén pensando en alternativas.

Para despedirme, hay que decir que no se trata de blanco o negro, ni de polarizar al pueblo, puesto que la clase media también se está viendo beneficiada con la nueva política económica del gobierno. Se trata de que entendamos que no podemos vivir en el México de los extremos y que debemos ser más empáticos con los que menos tienen, si generamos mejores condiciones de vida para ellos, la economía del país va a ir en ascenso. Es evidente que falta mucho por hacer y más porque se vienen tiempos complicados no sólo para México, sino para el mundo por la crisis que va a dejar la pandemia del COVID 19, pero da gusto ver que se estén intentando hacer las cosas de manera diferente y esperemos que a la larga traiga resultados positivos para el progreso nacional.

Observación: Para poder tener mejor claridad del tema, te recomiendo ver los videos que se anexan a este artículo



Julián Castruita Sánchez