La Soberanía Alimentaria y la Colonialidad del Consumo Alimentario en México



Derivado de los procesos capitalistas en los alimentos, donde se imponen patrones de producción, distribución y consumo de productos agrícolas, para la satisfacción de un mercado mundial, los alimentos se convierten en la principal mercancía producida por las grandes industrias, y por supuesto, se vuelve atractiva su producción por las cantidades de capital que se generan, se mueven y se manifiestan en todo el ciclo productivo de los mismos.


Para el caso particular de México, un territorio que cuenta con características únicas a nivel mundial, lo suficientemente extenso para tener una diversificación práctica de agricultura, ganadería y si se propusiera, sin afectaciones al medio ambiente o alteraciones a los servicios ecosistémicos durante las actividades primarias, secundarias, terciarias e independientemente de las particularidades que tiene México con respecto a otros países para la producción de alimentos, el problema no se encuentra completamente ahí, me refiero a que existe una problemática social-cultural impuesta por la dinámica del capital, una problemática que la definimos como: "Colonialidad del Consumo Alimentario"

Para poder analizar la colonialidad alimentaria, podemos utilizar como base teórica una categoría que el académico Aníbal Quijano le llama “Colonialidad del Poder” que básicamente, es la forma como se organiza el poder, el capitalismo, en donde existe y se manifiesta una estructura de dominación, explotación y conflicto; la cual, se sustenta en la conquista de América con la idea de raza a nivel mundial, esta idea lo que genera es naturalizar clasificaciones jerárquicas, es decir, inician las definiciones de los negros, los blancos, los campesinos, los indígenas, lo superior, lo inferior, lo legítimo y lo ilegítimo, quien se encuentra al mando y quien obedece; todo esto, asigna roles materiales y simbólicos a la población y al mismo tiempo se da la colonialidad del consumo alimentario.


¿Qué es La colonialidad del consumo alimentario? En términos generales, se da cuando el consumo nativo es despreciado, en ese momento, inicia un discurso de diferenciación jerárquica en los alimentos (como en la idea de la raza antes mencionada) que se traduce en gustos, sabores, comportamiento, en lo material y en lo simbólico, lo que la clase dominante consume y la diferencia de lo que consume la clase dominada, volviéndolo una mercancía antes de ser un satisfactor y cuando el alimento es una mercancía, se convierte en un instrumento de dominación.


Podemos poner de ejemplo a los europeos que desembarcaron a las costas del “Nuevo Mundo” que como ya sabemos, llegaron acompañados de enfermedades y métodos violentos de socialización, ellos encontraron una variedad de alimentos que los mayas, aztecas y otros pueblos indígenas cultivaban en sus tierras fértiles, como los frijoles, las calabazas, los chiles, los aguacates, las guayabas, la papaya, los tomates, el cacao, el maguey y el maíz por mencionar algunos; sin embargo, en esos momentos, los europeos consideraban esos alimentos de menor calidad, por la “forma” en la que se cultivaban y por “quienes” la cultivaban, lo que generaba una idea de desprecio a los alimentos nativos, ya que no eran lo suficientemente “adecuados” para ellos y así inicio el discurso de “buenos alimentos” qué en la idea de los conquistadores, eran aquellos provenientes de Europa.



Entonces, para poder llegar a una soberanía alimentaria que no solamente intervenga con los patrones de producción, distribución y consumo de los mismos, es necesario descolonizar el consumo alimentario, que se puede lograr a través de políticas públicas puntuales y georreferenciadas en cada territorio de nuestro país; es necesario hacer un estudio de las condiciones sociales, económicas, culturales y por supuesto ambientales de cada rincón de nuestra sociedad, así orientar las políticas públicas dependiendo cada caso particular y en lo general, reivindicar la naturaleza, ya que permite liberarla, recuperar la tierra, dignificar el trabajo colectivo, dignificar el cultivo de comida y al mismo tiempo el consumo de alimentos nativos, rompiendo así el eurocentrismo, antropocentrismo y la separación sujeto-objeto.


Este análisis a grandes rasgos de la soberanía alimentaria y la colonialidad del consumo alimentario, se debe de profundizar mas y por supuesto, generar una discusión más amplia de la problemática, si hablamos del gobierno en turno, me parece que puede que esté dando algunos pasos para descolonizar el consumo alimentario; ya que tenemos que recordar que el proyecto que encabeza el presidente en turno, el Lic. Andrés Manuel López Obrador, abandona la idea estructural del neoliberalismo, sus leyes y prácticas; entonces la soberanía alimentaria de la cuarta transformación, busca intervenir en la reflexión y filosofía impuesta por el capitalismo, lo que significa primero los pobres, primero el campo y primero la agricultura.



Soberanía alimentaria no es solo producir los alimentos suficientes, es una autosuficiencia en los alimentos básicos y que los alimentos sean culturalmente adecuados, que se produzcan de manera sostenible ambientalmente hablando y socialmente incluyentes, que los programas sean principalmente para los pequeños y medianos campesinos, no solo para las empresas y por supuesto que se encuentren en equilibrio económicamente hablando.


El gobierno en turno destina presupuesto en programas prioritarios al campo, por lo que el presidente se toma en serio la soberanía alimentaria, por ejemplo, Producción para el Bienestar, los Precios de Garantía y Sembrando Vida por mencionar algunos programas actuales; la contingencia provocada por el COVID-19 nos plantea que la soberanía alimentaria, es una estrategia fundamental por la crisis sanitaria, el presidente tiene muy en claro que para la transformación social, la soberanía alimentaria es un tema fundamental en su discurso y en sus acciones como gobierno; sin embargo, tenemos que seguir acompañando el proyecto de soberanía alimentaria con el planteamiento de descolonizar el consumo alimentario, para romper de una vez por todas, esta idea estructural detrás de los alimentos.


Ian Cárdenas